viernes, julio 15, 2005

Dormir temprano


Aveces las horas no alcanzan.
Los días son cortos.
Veinticuatro es poco... casi nada.
El mundo va rápido y yo corro para alcanzarlo.
Agotante vida de ciudad. Agobiante.
Aveces el no poder controlar el tiempo mata.
Se aquietan los segundos y el dolor no pasa.
Camino despacio para llegar tarde a casa... y nada.
Me entretengo en mil quehaceres, entro, salgo.
Pero el día no se acaba.
Me duermo temprano, para reposar mi alma.
Es que cuando dormimos el tiempo no importa... allí no nos alcanza.

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