viernes, septiembre 23, 2005

Solo si canto...


Tratando de encontrarme en mi propia piel tomo tantas formas que ya no me reconozco. Me busco en el reflejo de los ojos de los otros... y no veo más que formas incomprensibles, difusas, que mutan y me confunden más a cada minuto.
Miro al espejo, veo tan solo dos ojos de mirada perdida y una boca que canta la falta de besos, el no saber darlos, el siquiera esperarlos, la falta de deseos... y en cada nota de esa boca aparece una parte, una nariz que inhala vida, mejillas que anhelan caricias, orejas que filtran palabras, hombros para cargar una mochila aveces demasiado pesada y sostener si es que acaso se está derrumbando un alma, brazos ansiosos de abrazos ya no esperados y de dar lo que no saben... veo un torso que teme sentir calor, y el vientre que le huye a los roces de un amor que no se sueñe, un par de piernas que no deciden hacia donde dirigirse y están cansadas de dar vueltas, veo mis manos tan vacías y a la vez tan llenas... porque en cada nota de mi voz me voy cantando, y ahí me creo, me veo... y al fin me encuentro.

martes, septiembre 13, 2005

Otra vez...


Quiero dormirme...
despierta no paro de soñarte,
duele el pecho que corre
tras de tí para alcanzarte
y me fatigo.
Casi se me escapa el corazón
tan solo por seguirte,
y yo intento detenerlo,
encerrarlo nuevamente
para volver a ser la que no siente.
Me canso de soñar amor y no sentirlo,
de ser la imbécil que solo sabe como sufrirlo,
de mis períodos de sueños recurrentes,
en las noches de insomnio
de los días sin tenerte.

domingo, septiembre 11, 2005

Casa...


La tristeza, el dolor que da bronca y el enojo en otra herida desemboca.
Cortando mi piel yo te lastimo, y cosiendo heridas con alambres de púa le saco más sangre a este amor que me desgarra -y se desangra- por la falta de palabras. Pero es que duelen los silencios cuando hay algo que decir, y más duele sentir que para mí no tienen habla; y ya no sé si soy yo sorda o los ha enmudecido la distancia que estar tan juntos nos provoca, y me enloquece y me desarma, porque estar tan juntos no nos une... nos separa.

viernes, septiembre 09, 2005

Cuando sale el sol... cuándo?

No sé.
Aveces no se ve, solo se siente. Aveces en el día más lluvioso, en la noche más oscura, en el frío más intenso se siente el calor.
Cuando veo esas sonrisas, cuando escucho sus palabras, cuando siento un abrazo. Cuando miro con asombro lo bello de la vida, cuando siento que alguien toma mi mano. Cuando prestan sus oidos a mis penas y alegrías, cuando hay risas después de llantos. Con la brisa del verano sale el sol, con los ojos de los que amo. Cuando tengo algún sueño, cuando siento... cuando canto.