lunes, noviembre 21, 2005

Ambivalencia

Es extraño, contradictorio quizá, o puede hasta llegar a resultar lógico que tantas ganas de vivir sean la prisión que me encarcela, que tantas ganas de salir sean las causantes de mi encierro, que sea el miedo a la soledad lo que me impulse a estar sola, que las ganas de amar impidan tomar los riesgos del amor, que el aire que respiro me esté ahogando, que la sangre de mi cuerpo me esté secando, que por querer mirarlo esquive su mirada, que ese impulso de tocarlo me aleje, que mi voz se haga silencio, que enmudezca cuando canto.
Mi saliva es el veneno que yo trago y esta vida me está matando.
Hoy me siento en un mundo al que no pertenezco.
Me escapo en sueños, pero pronto vuelvo.
Me doy cuenta de que me miento
Y sé que ha de ser por miedo;
Me escondo en ilusiones
Para que la realidad
lastime menos; igual
me encuentra y me
desgarra... de nuevo.