martes, julio 25, 2006

Casa de muñecas


La porcelana brillante de sus ojos miran fijo a ningún lugar, en la habitación más amplia del castillo de cartón donde se esconde.
Entra por la ventana el brillo del sol de celofán, que cuelga entre las nubes de pelusa. El cielo está casi casi gris. Algunas gotas de cristal se marearon y cayeron al colchón de verdes hojas de papel arrancadas por el fuerte viento de la mañana; y sus ojos miran siempre al mismo lugar... a ningún lugar, y su sol no da calor.
Quieta, entre frágiles paredes de cartón, su encierro es en una prisión invisible, la prisión que ella misma creó.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

joan
te amo amiga


;D

se cuida

;XXXXXXXXXXXXXXXXXXXx

anJo dijo...

Q lindaaaaa!! :)
te amo tambem! :D

e obrigada por ler ;)

val dijo...

Guau, redecoraste la casa!!

:)