martes, abril 03, 2007

Karma




El abrazo que llega justo a tiempo. Palabras de aliento. Críticas que pueden molestar y dejan pensando...
Historias, sus historias, las mismas de siempre, las nuevas. Nuestras historias, las de hace mucho, las más recientes, y esas que vamos escribiendo día a día.
Confesiones y complicidad, escuchan, y cuentan conmigo para escucharlos. Ese un ida y vuelta, que se da con quien se puede confiar, que no estamos solos al fin de cuentas.
Aveces ese abrazo falta cuando más se espera, llegan las broncas, los enojos que se convierten en angustia. Un sentimiento de soledad, de vacío, que viene para perderse cuando logro comprender que también se necesita la distancia, porque al volver -aunque nunca se hayan ido- me recuerdan que los espacios liberan, que esas ausencias son muestra de que somos individuos dueños de nuestras vidas, y que pocas cosas enriquecen tanto como ese abrazo de la persona amiga, que pocas cosas llenan de igual modo y me hacen sentir tan viva.

No hay comentarios.: