Se empieza a sentir la lucha interna. Recorre los nervios el impulso destructor que el corazón frena. Llega la bronca por no haber podido hacerme daño ni abrazarme y sale en llanto eso que no entiendo, la sensación de estar bien y no querer mantenerlo.
Un, dos, tres... cien: sí, sé que soy feliz... así lo siento. Un, dos, tres... No! No lo tolero.
Un, dos, tres... se moja mi sonrisa con la lágrima y la angustia, se borra. Se retuerce mi cuerpo en pelea y reconciliación constante con la mente, la piel exige y no comprendo lo que quiere. El cuerpo pide y no... no puede
el alma necesita y...
el corazón
de a momentos
duele.
un dos tres... sí, soy feliz.shhhh
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