Tan simple que complica. Emociones, sentimientos, preguntas, quizá alguna respuesta. Así en estado bruto, desde antes de ser madre y ahora en pleno puerperio. Un alma que se manifiesta mediante la palabra (cuando puede). Tratando de embellecer lo más 'feo' de todo lo que me pasa, y relucir lo más hermoso, de eso se trata.
domingo, diciembre 25, 2011
lo que quedó de vos
(Diciembre de 2012)
Te quería escribir. Decirte cuánto me gustas. Contarte eso que sabés, saber que te hace peligroso. Eso que te da el poder de andar sin cautela, ametrallando corazones por ahí. Eso que 'dos por cuatro' usás para embaucar a alguna mujercita, y que encima... encima lo usás con tanto encanto que te tomás el cuidado de ser respetuoso, elegante a la hora de partir, y así osás obtener aún más poder. Poder de dejarme sin posibilidad de reprochar siquiera abandono o desconsideración, no, ni eso puedo.
No pasaba por acá para quejarme. Te estaba por decir... pero qué te digo? Si ya lo sabés, si decírtelo sería darte más razones para que vuelvas a hacer lo mismo, pero con otra. Más motivos para no ser yo la que elijas. más motivos para que sigas eligiendo dejarme.
Jamás pude ostentar poder, no me gusta. Entonces te lo cedo, dejo que uses y abuses de él, de mí, tal vez sin saberlo (sí, claro... sin saberlo). Te doy el poder de usar todo tu poder, tu galanteo, tu encanto. De acercarme cuando quiero que vengas y que te vayas cuando no quiero irme. El poder de acercarte cuando menos lo espero, y confundirme; no... en realidad no me confundo, eso es lo peor.
No te lo dije, y sigo dando vueltas. Es que no quiero darte más poder sobre mí del que ya tenés hasta sin estar cerca, porque tus ojos me siguen hipnotizando, su brillo se clavó en mis retinas y me cega. Tu piel, en la que me adentré con tanto cuidado terminó resultando arena movediza y me atrapó. Tu sonrisa aniñada, con esas líneas en los ojos que la acompañan, me puede, quedó congelada su imágen en mi memoria.
Instalaste tu retrato en la pared equivocada, entraste por una puerta que ahora siento trabada, se me hace dificil dejarte ir y, lo que es peor, no sé si pueda, por ahora, permitir que otro intente ingresar. Yo que te quería decir cosas lindas... no sé, por favor, la próxima golpeá antes de entrar y fijate si este es el baile que querés bailar. Esta bailarina amateur se deja seducir por cualquier galán.
Te quería escribir. Decirte cuánto me gustas. Contarte eso que sabés, saber que te hace peligroso. Eso que te da el poder de andar sin cautela, ametrallando corazones por ahí. Eso que 'dos por cuatro' usás para embaucar a alguna mujercita, y que encima... encima lo usás con tanto encanto que te tomás el cuidado de ser respetuoso, elegante a la hora de partir, y así osás obtener aún más poder. Poder de dejarme sin posibilidad de reprochar siquiera abandono o desconsideración, no, ni eso puedo.
No pasaba por acá para quejarme. Te estaba por decir... pero qué te digo? Si ya lo sabés, si decírtelo sería darte más razones para que vuelvas a hacer lo mismo, pero con otra. Más motivos para no ser yo la que elijas. más motivos para que sigas eligiendo dejarme.
Jamás pude ostentar poder, no me gusta. Entonces te lo cedo, dejo que uses y abuses de él, de mí, tal vez sin saberlo (sí, claro... sin saberlo). Te doy el poder de usar todo tu poder, tu galanteo, tu encanto. De acercarme cuando quiero que vengas y que te vayas cuando no quiero irme. El poder de acercarte cuando menos lo espero, y confundirme; no... en realidad no me confundo, eso es lo peor.
No te lo dije, y sigo dando vueltas. Es que no quiero darte más poder sobre mí del que ya tenés hasta sin estar cerca, porque tus ojos me siguen hipnotizando, su brillo se clavó en mis retinas y me cega. Tu piel, en la que me adentré con tanto cuidado terminó resultando arena movediza y me atrapó. Tu sonrisa aniñada, con esas líneas en los ojos que la acompañan, me puede, quedó congelada su imágen en mi memoria.
Instalaste tu retrato en la pared equivocada, entraste por una puerta que ahora siento trabada, se me hace dificil dejarte ir y, lo que es peor, no sé si pueda, por ahora, permitir que otro intente ingresar. Yo que te quería decir cosas lindas... no sé, por favor, la próxima golpeá antes de entrar y fijate si este es el baile que querés bailar. Esta bailarina amateur se deja seducir por cualquier galán.
martes, diciembre 20, 2011
sorda, sobria, sola. convencida de que no quiero buscarte, de que así estoy bien, de que es mi tiempo para encontrarme... te espero. Te espero sin querer esperarte. Es que te quise, sin querer quererte.
sorda, ebria, sola. convencida de que quiero encontrarte, de que así está bien, que no quiero ocultarme, ya no espero, te busco. Te encuentro, y aún sin querer irme, me alejo. No sea cosa que vuelva a quererte.
sorda, ebria, sola. convencida de que quiero encontrarte, de que así está bien, que no quiero ocultarme, ya no espero, te busco. Te encuentro, y aún sin querer irme, me alejo. No sea cosa que vuelva a quererte.
domingo, diciembre 11, 2011
tic.tac
Tiempo de darme tiempo, de esperar, dejar el agua correr. Tiempo de pensar que todo va a mejorar, que puedo intentarlo, que voy a crecer.
Es tiempo de respirar profundo, de buscar la calma y permitir que las cosas sean lo que son para decidir luego si es que quiero o no cambiarlas.
Ya es tiempo de empezar a respetar lo que soy, lo que fui, lo que seré. De dejar de lado lo que debería ser.
Llegan tiempos de soledad, de esa soledad que habilita el encuentro. Tiempo de mirar adentro y encontrar lo que realmente siento para luego dejar que la voz salga.
Es tiempo de apropiarme del tiempo.
Es tiempo de respirar profundo, de buscar la calma y permitir que las cosas sean lo que son para decidir luego si es que quiero o no cambiarlas.
Ya es tiempo de empezar a respetar lo que soy, lo que fui, lo que seré. De dejar de lado lo que debería ser.
Llegan tiempos de soledad, de esa soledad que habilita el encuentro. Tiempo de mirar adentro y encontrar lo que realmente siento para luego dejar que la voz salga.
Es tiempo de apropiarme del tiempo.
domingo, diciembre 04, 2011
en la oscuridad del miedo.
Pensé que no volverías.
Que te habías ido al fin para siempre,
que al menos tu costado más profundo había decidido abandonarme...
pero no.
Hoy volvés tan intensa como antes.
Desgarrás nuevamente, te enquistás en mis cienes.
No siento dolor, rabia ni tristeza.
Te instalás amorfa,
vacuidad, ausencia...
miedo
Sos nada y yo,
que necesito sentir,
dibujo en mi piel
lo que sangra por dentro,
te dibujo, te doy forma, te nombro.
Me muestro en carne viva
que todavía siento,
que no puede haber NADA dentro mío,
que vivo, que sangro, que existo.
Tal vez hoy, lo que necesite sea silencio.
Borrarme un instante, para volver
y volver a encontrarme,
en una forma mejor,
en este cuerpo.
Que te habías ido al fin para siempre,
que al menos tu costado más profundo había decidido abandonarme...
pero no.
Hoy volvés tan intensa como antes.
Desgarrás nuevamente, te enquistás en mis cienes.
No siento dolor, rabia ni tristeza.
Te instalás amorfa,
vacuidad, ausencia...
miedo
Sos nada y yo,
que necesito sentir,
dibujo en mi piel
lo que sangra por dentro,
te dibujo, te doy forma, te nombro.
Me muestro en carne viva
que todavía siento,
que no puede haber NADA dentro mío,
que vivo, que sangro, que existo.
Tal vez hoy, lo que necesite sea silencio.
Borrarme un instante, para volver
y volver a encontrarme,
en una forma mejor,
en este cuerpo.
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