Correr las cortinas y dejar entrar la luz, no todas las mañanas es fácil. Animarse a abrir las ventanas y respirar otro aire aveces cuesta... Pero cuando se puede, cuando entra el az de luz para limpiar las sombras de los oscuros rincones llenos de vacíos, cuando el aire se renueva y revuelve las horas inhertes de días que apilan instantes descoloridos, cuando el paisaje devuelve verde y el alma siente el abrazo amigo, noto por qué vale la pena seguir luchando, entonces la vida vuelve a cobrar sentido.
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