Imyo II

No te advertí lo suficiente.
Tal vez no fui profundamente sincera
Creo que siempre me quedo corta cuando lo anticipo.

Ahora me da miedo
Temo que sea demasiado tarde
Que finalmente te rindas y me dejes. Que te canses.

Cómo pedirte?
Cómo osar siquiera pensarlo.
Cómo pretender que alguien ame lo que yo no amo?

Qué injusta
Si yo sufro mi dolor y me acompañas
Qué injusticia es pedirte recorrer este camino que te daña.

Cómo hago?
Si sos de lo poco que me hace bien
Cómo dejo lo que amo para impedir que se marchite en mi mano?

Cicatrices.

No juzgues mis heridas si no conocés mis batallas. No quieras entender mis actos si nada sabés del dolor que los causa.

El filo del cuchillo te tienta, te pide, te puede.
El fuego pide abrasar, y abraza.
El dolor busca hacerse carne y se encarna.
No sos dueña de tus actos,
pero te adueñás de vos
en el acto.
Al menos así salís de la monotonía.
Al menos así sentís que estás viva.
Al menos así duele menos el alma,
por un milisegundo,
el dolor del cuerpo trae calma
al dolor que por dentro te consume, te mata.

29/09/2015

Lo voy a llamar el día en que se detuvo el tiempo.
Era un día hermoso, una mañana de sol en incipiente primavera. Esos días que nos gustaban tanto, aunque le faltaba un poco de calor para ser perfecto. Era el día ideal para tomar sol en el fondo, tal vez unos mates luego, seguramente hubieses insistido en que comiera algo. Un día inolvidable que perdurará en mi recuerdo. Era un día que prometía ser uno más entre tantos. Sí, tenés razón, tal vez era un día ideal para viajar... pero no sé si tan lejos.

Podría pensar que ese 29 pararon el tiempo, o lo guardaste en el freezer, entre las milanesas y las croquetas, abajo de los ravioles, o te lo llevaste con vos. Creo que tal vez quedó atrapado en tus espejos y voy a verte siempre que me mire en ellos.