domingo, noviembre 02, 2014

Desperté distinta una mañana. No me reconocía en mi piel ni con mis pensamientos. Me descubrí totalmente diferente. Me perdí. Me encontraba simplemente por instantes ínfimos, en sus besos, en sus ojos, entremezclada con su piel. O encerrada y distante. En fugaces momentos bajo el manto materno. Pero eran breves momentos que desaparecían tan rápido como llegaban.
Sin embargo los instantes de agonía eran extensos, parecían eternos. La confusión frente al espejo, al escucharme, el temor a quedarme sola y terminar enloqueciendo. Me vi contemplando un mundo tan ajeno...
Cómo explicarle a ese mundo que ya no era la misma? Cómo explicarme a mí que todo cambiaría desde aquél día en que no pude salir de casa y el miedo me invadía? Cómo encontrarme hoy si no soy la de antes pero tampoco soy distinta.

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