Te busqué tanto que terminé transformándome en vos. Y estoy viviendo la historia de tu vida, que no quiero que sea la mía.
¿Si tus ojos no querían ver el color por qué la que los cierra soy yo?
No quiero acompañarte en este viaje y sin embargo voy, a ningún lado, donde me querías llevar... dejar.
Aunque te puse rostro, nombre y me diste cama, cuesta descubrir que no sos otro que mi fantasma.
El miedo que me ata a historias vanas.
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