Mojé los labios, luego (para no embriagarme, con cautela) caté. Ofreciste (o accediste ante mi pedido) un poquito de tu ácida miel. La tomé.
Seguí cautelosa para no volcarla y te evaporaste.
Ahora mi boca sigue seca y ya no queda nada.
Tendré que buscar en otras copas. Nuevas bocas.
pensar que creí que podrías -querías- intentar saciar mi sed.
DLSO/ "Amor de plástico inflamable"
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