dos

Del fondo de mi ser surje la más oscura criatura. Exsiste en mí odio, y se hace piel. En mí la bronca toma fuerzas, va creciendo y me retuerzo para que se duerma, para que no desgarre mi piel.
Me debilita. No respondo a mis deseos y me sumerjo en el oscuro lamento de no ser, a la espera de que por fin las cosas cambien y mi cuerpo se active, de que la mente no se nuble de preguntas sin respuestas, de contradicciones y de frenos a mis actos.
si acaso sale el sol el mal se calma, la bestia se reconcilia con el mundo y yo con ella, conmigo.

desde adentro

Necesidad de entregarle al mundo mis venas, a ver si nota mi existencia. Deseos de volcar mi sangre y ver fluir la vida que hay en mí. Ganas de sentir que mi piel existe, desgarrándola centímetro a centímetro, y así gritar el dolor que no puedo gritar, pues no hay quien vea ni escuche.
Para qué un cuerpo si no es amado, si no lo notan?
Para qué una voz si no la escuchan?
Para qué mis sueños si no despierto?
Para qué mis manos, si no acarician?
Ojos que ya no ven más allá de mí, pues al mirar no hay encuentros, para qué los habré de abrir?