Gritan, lloran, patalean, se quejan, emiten sonidos ininteligibles, no hacen caso, lastiman, pellizcan, muerden, tiran del pelo, SE lastiman, rompen cosas, hablan mucho o no hablan, repiten sin parar, golpean, babean, ensucian, no fijan la mirada...
ven, sonrien -con las sonrisas más hermosas-, acarician y abrazan con brazos torpes -y toda dulzura que se puede esperar-. Cantan, piden, lloran, ensucian, juegan, se esfuerzan, pelean cada día desde donde están (desde donde le toca estar). Dan luz, fuerza, además de aprender, sin saberlo enseñan, ayudan y muestran lo hermosa que es la vida, que siempre hay algo bueno, que si queremos podemos y si acaso no lo logramos, siempre vale la pena intentar.